El creciente fenómeno de nuevas estéticas en los videoclips dedicados al género.
De manera irrefrenable, las nuevas agrupaciones proponen otras formas de mostrar su música, alejadas de los “Grandes Valores” y las imágenes que ya son lugares demasiado comunes. Las cifras de visionado en YouTube confirman que el camino es cada vez más ancho.
Por Andrés Valenzuela
“Lo loco posta es que Gardel no sólo nos deja su canto maravilloso y sus creaciones inigualables, sino que fue el primero que hizo videoclips en el mundo”, plantea Federico Ottavianelli, más conocido como Vruma, alma mater de Vruma y los Dínamos. El y otros músicos del tango contemporáneo se están amigando con lo audiovisual después de muchos (demasiados) años de una estética de videoclips clavada en el formato al estilo “grandes valores”. En las nuevas propuestas los adoquines ya no son los protagonistas de los videos y hay búsquedas nuevas. Algunos plantean pequeñas narrativas e incluso series que se continúan. El yeite de la pareja de bailarines sigue presente, pero con estética renovada: menos gomina, más zapatillas de lona y locaciones inesperadas. Hace poco Lucrecia Martel sorprendió dirigiendo algunos videos de su pareja, Julieta Laso, para su reciente disco solista. Entre los grupos incluso hay lugar para la experimentación técnica, como el video del Sexteto Fantasma filmado con una cámara de 360 grados. Las filmaciones de recitales siguen siendo un recurso muy utilizado, por la rapidez con la que se editan y se suben a las redes sociales, pero cada vez más las orquestas y los grupos de hoy entienden que el esfuerzo da frutos.
Los números crudos de YouTube confirman la tendencia. El Quinteto Cachivache alcanzó 395 mil visualizaciones entre las dos versiones de su “Montán”, mientras que “El viajero” araña las 60 mil. Si para el tango esas son buenas cifras, lo que sucede con la Orquesta Romántica Milonguera directamente califica como fenómeno. Su versión de “Poema”, que lanza su primera serie de videoclips, supera en Youtube más de un millón 600 mil vistas. Y varias otras pasan el medio millón. Esto sin contar con las reproducciones en otras plataformas, como Facebook.
“Los videoclips son una continuación de la estética que usamos, que en el caso de la Romántica es una ‘pin up peronista’, un qué hubiera pasado si a Perón no lo derrocaban en el 55 y la juventud adoptaba el tango en lugar de pasarse al rock”, plantea Lucas Furno, director de la orquesta y uno de los cerebros –junto la pianista Tomás Regolo– de la propuesta audiovisual del grupo. En sus primeros videoclips, grabados “en un día en una casa chorizo”, sus intérpretes devinieron personajes que inmediatamente prendieron entre el público. En las series de videos posteriores la orquesta se animó a explorar otras influencias del grupo, como la estética camp sesentosa (que se materializó en el Barrio Chino de Belgrano con una “batalla campal” al estilo del Batman de Adam West). En los últimos dos, ya con una nueva voz femenina –la jovencita Huilén– fundieron elementos clásicos como el tocadiscos Winco con la fiesta bolichera de hoy. “En la Romántica tratamos de hacer un puente y nuestros videos también buscan eso. Agarramos gente de veintipico que nunca escuchó tango y se copa porque ve gente joven y una estética que está buena, gente de cuarenta que siente que el rock no los representa aunque nunca escuchó tango. Y después llegamos a la gente de 70 que sí lo vivió y ven los videos como si fueran del año 40 o 50. Es un juego”, desarrolla Furno, quien advierte además que un modo de enganchar a la gente “es con historias”. Otra cosa fundamental, opina, es mostrar que el tango puede ser una fiesta. “Es aburrido si vos sos aburrido, pero si no es salir de joda a pasarla bien, y ese mensaje llega”, revela.
“Nosotros venimos del rock y el videoclip en ese mundo tiene un papel esencial”, reflexiona Vito Venturino, de Cachivache. Emergentes del “tango punk”, conjugan un centro bien clásico con una estética ramonera y unos marcattos que sí, dicen punk pugliesiano y darienzeano a quien sabe oírlos. “Empezamos jugando, pero con los años la gente espera los videoclips y hasta los pide, se volvió parte de nuestro laburo como banda, ¡este año sacamos cinco!”, cuenta el guitarrista. Cachivache también probó con videos más “narrativos” (como “El Viajero” en que la banda “perseguía” al bailarín Gastón Torelli), aunque ahora se volcó a propuestas más conceptuales. “En los videos tratamos de simbolizar una música”, explica. “Si un tema muy denso tenemos que ponerlo en imágenes pesadas también, y el último disco que sacamos es más minimalista y conceptual, entonces estos últimos videos van para esa búsqueda”. Los integrantes de Cachivache son tan conscientes de la importancia de lo audiovisual que acaban de conseguir financiamiento colectivo para filmar un documental con su próxima gira por el exterior.
El fenómeno de los videoclips, coinciden todos los consultados por PáginaI12, está impulsado por las redes sociales. E incluso está alcanzando a otros segmentos del tango. Martín Chili organiza una milonga que abarrota Cusca Risun los lunes en San Telmo y hace de la difusión en las redes sociales un ítem clave de su crecimiento. Ahí juegan un papel muy importante los spots publicitarios donde actúan bailarines del circuito. “Quiero spots interesantes y honestos con lo que trato de hacer, quiero humanizar el ambiente del tango y trato de llevar a los pibes a una cosa más terrenal”, propone. “El tango tiene un estigma de que ‘es de viejos’, y tiene más rock que cualquier otro, no sé cuánta gente sale un lunes a bailar y se la pega en la pera, y el martes lo mismo, y el miércoles también; es un buen ambiente y creo que armar estos spots ayuda, no mostrar a tres amargos fumando que no tienen nada que ver con lo que vivimos nosotros”. Para Chili, la cosa pasa por “poner la tecnología de nuestro lado”. Venturino coincide: “A la gente que no toca ni baila le decís ‘tango’ y parece otro planeta, pero los clips ayudan a la apertura, a que la gente se anime, mire un video y vea que no hace falta ser tanguero para escuchar tango”.
En este sentido, Ottavianelli destaca la importancia del videoclip como herramienta, pero también advierte que la renovación estética debe ir acompañada de la renovación musical. “A mí particularmente me gusta algo que impacte, sorprenda, rompa o transgreda, creo que desde ahí es de donde vamos a lograr que el género pueda salir adelante”.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/166067-tango-sentimiento-que-se-puede-filmar