«Quienquiera se haya dedicado a estudiar los usos, costumbres, ritos, supersticiones,
baladas, proverbios, etc. de antaño habrá llegado a dos conclusiones: la primera, cuánto
de lo que es raro e interesante de ellos se ha perdido completamente; la segunda, cuánto
puede aún ser rescatado mediante un esfuerzo oportuno»
William J. Thoms en el año 1846.