Fue la primera persona que me habló de Armando Tejada Gómez. Sus momentos compartidos. Las anécdotas. De quien había tomado esas metáforas únicas e inolvidables que adornaban cada relato para introducir un tema o para recitar largo y tendido cada vez que cantaba con esos personajes que integran un prestigioso y emblemático conjunto con sus nombres y apellidos originales por medio siglo. El mismo fue quien llevó adelante el trámite para que el Quinteto Tiempo llegue con su recital a Rafaela (Sta. Fe). Y allí se inició un camino de ida en el que la amistad se reforzó en cada encuentro, casi siempre con su compañera inseparable Gloria Lopresti. Otra pequeña gigante que se sumó a mi tesoro afectivo. Con toda esa impronta de pertenencia y militancia, siguió pisando escenarios hasta que pudo, y después también continuó dedicándose al grupo musical gestionando. Pero su sueño hecho inquietud permanente fue lograr un libro donde la historia de la cultura popular que él había vivido intensamente, estaba escrito. Para lo cual hablamos más de una vez y supe de su ansiedad por terminarlo con la supervisión de Carlos Groisman, justamente quien lo reemplaza en el quinteto. No se puede ir a ninguna parte el Gurí Jáuregui, porque está en sus relatos, en sus grabaciones, en sus ideas plasmadas, en su trayectoria sin fisuras, en su carácter, en su paternalismo, en su misión cumplida. Cantaste El pueblo unido, Te recuerdo Amanda, a Neruda y a Ramón Ayala. Estuviste en la primera versión de la Canción con todos y presenciaste su creación cerca del poeta. Quién te quita lo cantado amigo querido. Pero nadie puede reemplazar tus frases serias con sentido del humor. El libro póstumo te proyecta. Nosotros te celebramos. Como vos hiciste con los que nombrabas en los recitales haciéndolos inmortales.
Raúl Alberto Vigini
Jueves de mucho dolor 01-10-20
Rafaela (Sta. Fe)