El artista plástico Maximiliano Ocampo Salinas creó una página en Facebook bautizada «Pinturas encontradas», una plataforma que funciona como una suerte de museo virtual de autores anónimos, olvidados o no legitimados.
El artista plástico Maximiliano Ocampo Salinas halló 35 pinturas que alguien desechó en un tacho de basura de la localidad bonaerense de Vicente López, y a partir de entonces creó una página en Facebook bautizada «Pinturas encontradas», una plataforma que funciona como una suerte de museo virtual de autores anónimos, olvidados o no legitimados, un archivo que se alimenta de la colaboración de los usuarios.
«En este grupo, cualquier persona tiene la posibilidad de subir las fotografías de sus hallazgos y ayudar a exhibir piezas que de otra manera terminarían siendo perdidas, destruidas o anuladas del imaginario colectivo», escribió el ideólogo de este proyecto, en la página que tiene status de Grupo Público, por lo que cualquiera con una cuenta de Facebook puede participar.
La idea tiene una fuerte impronta poética y flaneur. «Estas obras actúan ahora como un reflejo, una línea del tiempo paralela, desprovista de fechas precisas y de identidades. Solo información sobre el sitio donde se produjo el hallazgo de dicha pieza y datos de las características formales que tienen», explicó a Télam este artista plástico.
La clave es prestar atención al trasladarse por las calles de la ciudad y tener a mano una cámara o celular para poder aportar a este banco de imágenes colectivo. Así, al menos, se puede adivinar en algunos de los posteos del grupo.
En Beruti y Coronel Díaz, en el barrio porteño de Palermo, alguien halló una pintura de un caballo, casi en el cordón de la vereda, junto a un balde de plástico roto. En tanto, en Billinghurst y avenida Córdoba, también en Palermo, se ve una pintura abstracta con una leyenda en el reverso: «Ale: Sory x este bastidor tan deprimente. Como te prometí acá tenés una planta para compensar. Yo si fuera vos lo prendo fuego. En fin. Sabes que te quiero demasiado. Dan. 22/09/06 (sic)».
«El grupo funciona de una manera muy fácil, cada usuario debe tomar una foto de la pieza que encontró y adjuntar la información formal de dicha obra (tamaño, material) y también es muy importante que ponga la información que aparezca del autor (nombre, año, firma), que pueda estar en el reverso como en el anverso de la obra», detalló el creador del proyecto cuya producción artística tiene un fuerte anclaje en elementos o imágenes que recoge de la calle (http://maxiocamposalinas.wixsite.com/maxi.).
Los múltiples hallazgos de pinturas ocurrieron en volquetes, tachos de basura, veredas o en casas en demolición, en sitios como Claromecó, San Isidro o La Plata y en la ciudad de Buenos Aires, como muestrario del azar y de los insólitos destinos de las creaciones artísticas.
Con la existencia de este grupo, las pinturas encontradas «vuelven al circuito local para ser nominadas, definidas, criticadas, ignoradas y apreciadas o simplemente vistas», evaluó Ocampo Salinas.
«La plataforma -explicó el artista- funciona como difusor y a su vez brinda la posibilidad de crear un banco de imágenes de pinturas que fueron desechadas y que de este modo pueden ser vistas y configurar una historia del arte paralela y urbana gracias al aporte de todos».
La historia comenzó el 8 de junio de 2015 cuando Ocampo Salinas encontró en un tacho de basura en el barrio de Vicente López una caja con 35 pinturas de una artista «anónima» que firmaba sus obras como M.L.Vich.
«A partir de ese momento, sensibilizado por el impacto que me había causado ese hallazgo, me cuestioné muchas cosas acerca de la finitud de una producción artística y sobre los límites que permiten que una obra/artista se muestre o no, y evalué cuáles eran las posibilidades de poner eso en juego dentro del ‘marco del arte contemporáneo local'», contó.
Las imágenes, que estaban cuidadosamente embaladas, resultaron «profundamente hermosas», en palabras de Ocampo Salinas. Mostraban una delicada aproximación al estudio de la pintura, pequeñas plantas en macetas, flores y también paisajes. Lo cautivaron al punto que comenzó a interrogarse por el paradero del autor/a, así que ese mismo día decidió dar inicio al proyecto de rescate a través de Facebook.
Lo concibió entonces como un «museo de la calle» que se retroalimenta libremente en una plataforma virtual gracias a la colaboración y el aporte de todos los que lo deseen.
El éxito del grupo fue tal que Ocampo Salinas escribió recientemente: «Hoy tuve el placer de restituir las obras de la artista Martha Gasparutti que encontré meses atrás (en un volquete) en el barrio de Núñez y que había atesorado en mi estudio por un breve tiempo. Ahora las obras vuelven a un integrante de su familia, su nieto Agustin Sciannamea, quien me contó muchas bellas anécdotas sobre las obras y la vida de la autora. Esta tarde un círculo cerró de una forma muy hermosa y gratificante», concluyó.
Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201701/177925-maximiliano-ocampo-salinas-museo-virtual-pinturas-encontradas.html