El pasado lunes tres de febrero se celebró dentro del santoral católico al protector de las gargantas San Blas, fue médico y Obispo de Sebaste, Armenia, conocido por obtener curaciones milagrosas con su intercesión. Cierto día salvó a un niño que se ahogaba por una espina de pescado que se le había trabado en la garganta. De aquí la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta.
Por su parte en Salta en la Parroquia de Nuestra Señora de La Candelaria, no dejaron pasar por alto la celebración, realizando el rito de bendecir a todos aquellos que utilizan la garganta como herramienta.
El querido Muñeco Pepito recibió la bendición de manos del padre Pablo Pagano, quien considera que «Pepito es un comunicador social a través del verbo».