«Cuando la muerte quiera venir
no le hei de poner asiento,
así no vuelve a venir
y le sirve de escarmiento»
Copla
Morir lo que se dice morir, no creo que exista para hablar del Cuchi. Lo cierto es que este artesano de la música lo que hizo un 27 de septiembre es multiplicarse, si, en el corazón de aquellos que amamos su trabajo.
A partir de este día él se sembró en los oídos de aquellos que cansados de escuchar cantar a «desorejados», acudimos al templo de la música sublime, que nos transporta etereamente a los paisajes de ensueño o tal vez a las melancolías en la vida de Maturana.
Nosotros escuchas inquietos, somos aquellos que hoy un 27 más, volvemos a vibrar con esas Cartas de amor que se queman y que nos dejan mil y una vez más el corazón ceniciento con aquel amor que quiso y no pudo ser… Y que se vuelve profundidad de amor cuando susurra en la Serenata del 900, «a nadie quieras, tan solo a mi».
Así podemos seguir enumerando muchas composiciones más. Por eso afirmo que este creador no murió, aquel que siembra se multiplica y no muere NUNCA.
Hoy más que nunca, en este mes de septiembre donde recordarlo en el calendario cala hondo en el corazón, hago eco de sus palabras que no perecen aunque pasen los años: «la cultura debería ser una enfermedad contagiosa».
Lic. en Comunicación Social Melisa Busaniche
Embajadora Cultural Salteña en Santa Fe
Fotografía: Alejandro Ahuerma – Salta