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El zorro y el quirquincho


Berta Elena Vidal de Battini

El zorro y el quirquincho

SALTA
Una vez que andaba don Juan Zorro por un camino, y se da con don Agustín el quirquincho, que
estaba comiendo pan y empanadillas. Al zorro le gustan mucho las empanadillas y li ha preguntado
cómo ha hecho para conseguir esa comida. El quirquincho que estaba con miedo del zorro li ha dicho:
-Mire, compadre Juan, esta mañana han pasado las vendedoras que van a la fiesta de Sumalao con
las bateas en la cabeza llenitas para vender. Yo m’ hi puesto en el medio del camino echadito, como
encogidito de frío. Han llegado las vendedoras y si han puesto contentas de verme. La que venía
adelante mi ha levantado y ha dicho que esa noche me va a comer asadito y mi ha puesto en la batea,
juntito al pan, a las tortillas, a las empanadas, a las empanadillas. Han seguido entretenidas
conversando y yo hi empezado a tirar a la orilla del camino todo lo qu’ hi podido, y a echar a los
bolsillos. Cuando han pasado por abajo di un árbol63 muy grande, m’ hi colgado de las ramas y después
m’ hi descolgado y m’ hi venido comiendo mi cosecha.
-Mañana voy hacer lo que usté ha hecho hoy, compadre que li ha dicho al zorro -porque la fiesta
dura varios días.
-Ha de tener cuidado, compadre, usté es más grande que yo, lo pueden descubrir -que li ha dicho el
quirquincho.
-No tenga cuidado compadre, mañana vamos a tener empanadillas para varios días.
Como don Juan sabe que él es el más vivo de los animales del campo y todos piensan que el
quirquincho es medio zonzo, ha pensado que él podía sacar mejor provecho.
Al día siguiente el zorro si ha puesto en el camino, en el mismo lugar que li ha avisado el
quirquincho, hecho un ovillo como si estuviere duro de frío. Han llegado las vendedoras de
empanadillas y cuando han visto al zorro han dicho:
-Este zorro parece medio muerto. Hay que terminar de matarlo ante que se vaya a hacer daño a los
vecinos.
Y han buscado un palo y li han empezado a pegar, y el zorro ha salido los gritos, disparando.
Los quirquinchos sirven para comer y a veces se quedan duros de frío y se pueden llevar a las casas,
pero el zorro no sirve para nada. Y áhi ‘ta la diferencia. Y por eso las mujeres lo han echado a la canasta
al quirquincho y al zorro lo han apaleado.
Y con esto no li ha quedado más ganas al zorro de hacerse el muerto para robar empanadillas.

Antenor Sánchez, 73 años. Chicoana. Valle de Lerma. Salta, 1954.
Excelente narrador. Posee un gran repertorio de cuentos. Cursó la escuela primaria y
comenzó estudios secundarios, que abandonó para dedicarse a las más tradicionales tareas
del campo. Es famoso como domador y como arriero. Cruzó muchas veces la Cordillera de los
Andes, en viajes penosos, conduciendo tropas de ganados a Chile. Es el arriero protagonista
del cuento de Juan Carlos Dávalos, El viento blanco. Se lo considera el prototipo de los
gauchos salteños.

El zorro, el quirquincho y la tostadora de maíz

TUCUMÁN

Diz que el zorro y el quirquincho habían andao de compañeros. Habían andao buscando qué comer.
Diz que iban cerca di un caminito y han visto que venía una vieja con una tipa en la cabeza llena di
ancua. La vieja qui había tostao como diez callanadas de máiz pa hacer cocho, volvía de la casa de
una comadre ande había ido a molela a la ancua. Y áhi que li ha dicho el quirquincho al zorro:
-Yo me guá hacer el muerto a ver si la vieja mi alza y me pone en la tipa ‘i cocho, y como, y saco lo
que puedo.
Y diz que si ha hecho el muerto en el caminito. Y qui ha llegao la vieja y ha dicho:
-¡Ve, mi suerte!, m’ hi encontrao este quirquincho. Seguro que los perros lu han dejau medio muerto
o ‘tá helau. Con el quirquincho asao y la sopa ‘i cocho se van a poner panzonas mis guaguas
Y áhi que lu ha alzau y lu ha echao en la tipa. Y el quirquincho muy despacito si ha llenau los
bolsillos ‘i cocho, y cuando han pasao por debajo di un árbol bien bajo, si ha colgao de las ramas. Y áhi
si ha largao y lu ha ido a buscar al zorro y lu ha convidau. Y áhi el zorro ha dicho que va hacer lo mismo
él.
Cuando la vieja ha llegao a su casa si ha dau cuenta lo que le había hecho el quirquincho. Al otro
día ha güelto a ir a moler ancua. Cuando ha ‘tau viniendo ha visto un zorro áhi en el camino, tirao a lo
largo. Y áhi ha dicho:
-Éste me va a pagar la que mi ha hecho el quirquincho.
Y ha buscao la vieja un palo bien grueso y li ha comenzao a dar garrotazos al zorro. Y ¡qué pucha!,
áhi ha salíu disparando el zorro. Y lu ha ido a buscar muy enojao al quirquincho, que casi lu ha hecho
matar.

 

Miguel Ángel López, 76 años. Tafí del Valle. Tafí. Tucumán, 1951.
El narrador posee un repertorio muy rico de cuentos. Es un campesino iletrado, pero
inteligente y muy buen narrador. Es natural de San Pedro de Colalao, pueblecito serrano.

Fuente: Cuentos y leyendas populares de la Argentina. Tomo I