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Postales de Cosquín 2023


Por Melisa Busaniche

Son muchas las voces que se sucedieron sobre los diferentes escenarios y propuestas de la localidad cordobesa, algunas con profundidad y carácter, como así también aquellas que no dejan de traer espectáculos similares año a año y que por alguna razón no llegan a destacar. Sumando también ausencia de personalidades que interpretan canciones con fundamento.

Lo cierto es que tal como vivimos una época de sequía, que sin duda alguna el ser humano tiene mucho de participante y poco de observador, similitudes con la naturaleza observamos en lo artístico. Muchas reverdecen y dan fruto y gran cantidad no dejan de ser una hoja más en el árbol añoso y que probablemente con el pasar del tiempo se transformen en marrones y no lleguen a prosperar. El punto es que más allá de las críticas, puntos de vista, agrados o desagrados, hallamos en Cosquín un espacio para hablar de las cosas de la tierra. Se encuentran expresiones de calidad y consistencia en el encuentro de poetas, artesanos y luthiers que no muestran lo auténtico, único y una huella imborrable en las piezas de la Feria Augusto Raúl Cortazar, presentaciones de libros relacionados con el quehacer el folklore y lo cultural, como así también talleres que contribuyen a la formación integral. Por su parte, también se encuentran las peñas y los espectáculos callejeros, donde muchos artistas reconocidos y no tanto llegan a mostrar sus repertorios y diversas tonadas y donde particularmente este año hubo opciones de composiciones propias de gran nivel, como así también canciones tradicionales que aportaron calidad y contaron historias a través de su poética.

El punto es que más allá de lo descripto, Cosquín se fue transformando, ya no es el mismo espacio y los haceres y decires se modifican, lo necesario y urgente es que las trincheras de resistencia cultural no se pierdan ni cambien su perspectiva en pos de la masividad. Que siempre tengamos debates constructivos y lugares que sirvan de oasis en medio de tanta sequía y aridez cultural. Para finalizar que siempre sea el folklore el que nos convoque y nos permita reconocernos más allá de todo, más allá de la mezquindad y siempre en función de construir y hacer que nuestras raíces profundas sean aquellas que nos hagan crecer y reverdecer y sobre todo edificar una nación con sentido de pertenencia a las cosas de nuestra tierra.