Jardin de Noticias

Pintor de aldeas


Uno de los poetas fundamentales de nuestro folklore fue cordobés y vivió una épica arrabalera. Se llamó José Ignacio Rodríguez, pero pasó a la historia como Chango Rodríguez, el autor de una de las más bellas zambas del cancionero popular argentino. Se trata de Luna cautiva, que compuso en prisión y teniendo a su esposa, “la Gringa” (Lidia Haydeé Margarita Bay, con quien contrajo nupcias en 1965) como musa.
Chango Rodríguez nació (1914) y vivió en Córdoba. Su barrio fue Alberdi y su rasgo distintivo: haber interpretado los ritmos y costumbres de cada región que pisó en un periplo desarrollado en 1940, además de ser el cartógrafo emocional de La Docta. Así, si bien su obra se constituyó en sinónimo de Córdoba, también da cuenta de su condición de peregrino perspicaz. Por eso la coexistencia de la chacarera Del cordobés y las zambas Del Clínicas y De Alberdi con ritmos como marea, taquirari, milonga rápida, litoraleña, burbuja, aire de gato, litoraleña y carnaval moderno. A pedido de La Voz del Interior, analizan su legado Víctor Hugo Godoy, de Los 4 de Córdoba, Jairo y Raly Barrionuevo.
“Seguimos interpretando sus canciones, como hace 40 años, y nos seguimos emocionando”, dice Víctor Hugo Godoy, el más locuaz de Los 4 de Córdoba, uno de los tantos grupos del folklore cordobés alumbrados en la escuela de canto y guitarra que Rodríguez tuvo en su casa de calle Chubut.
Sigue Godoy: “Con ‘el Choya’ (Héctor Pacheco, otro de Los 4 de Córdoba), habíamos estado con el Chango un mes antes de su muerte, en su casa de barrio Quebrada de las Rosas, en el mismo lugar donde antes tomábamos ginebra con coca y comíamos asados espectaculares. En esa oportunidad, recordamos la cantidad de canciones que nos había cedido y nos mostró algunas inéditas, compuestas cuando estuvo en la cárcel”.
Una prueba del influjo del Chango en las nuevas formaciones folklóricas de fines de los ’60: el primer disco de Los 4 de Córdoba tenía 10 temas suyos, sobre un total de 12. “Lo publicamos por CBS Columbia y tenía Zamba del Clínicas, Granito de sal, El coniferal, Soy vagabundo. Los únicos dos temas que no eran suyos, los habían compuesto el ‘Negro’ Correa y Edgar Di Fulvio. El disco era bien rítmico y pegó mucho en Bolivia”, añade Godoy, quien asegura mantener contacto con Claudia, la hija del Chango (“me supo mandar cuatro casetes con canciones inéditas”). “El Chango es ‘el’ emblema de Córdoba y parte de nuestra historia como grupo. Si no cantamos Zamba de Alberdi, no existimos”.
El crédito local, bendecido

“Lo conocí cuando fue a Cruz del Eje, para actuar en el cine Luxor y con un conjunto, Los Pastores, que hacía música norteña. Yo andaba en los albores de mi carrera. El dueño del Luxor me fue a buscar como crédito local y recuerdo que me impresionó mucho tenerlo al lado al Chango Rodríguez”. El monólogo de Jairo transmite la sensación de estremecimiento que se tiene cuando se está frente a una estrella. “Recuerdo que me escuchó cantar –continúa–, que me acerqué para ver si me decía algo, que no me dio mucha bola. Pero me tocó la cabeza y me dijo ‘bien’ o algo así. Me gustaban mucho sus canciones. Eran genuinas, tenían poder. En esa época, en los boliches del barrio La Banda, de Cruz del Eje, el Chango era un personaje muy popular, muy querido y muy seguido. A diferencia de Yupanqui, que era apreciado como más elitista. Se armaban discusiones sobre quién tocaba mejor la guitarra; todas giraban en torno a qué luna era más linda, si la ‘tucumana’ o la ‘cautiva’”.

Museo virtual

El la web, hay un museo virtual con información sobre vida y obra del Chango Rodríguez: www.changorodriguez.com. En el sitio, se desmenuzan detalles biográficos simpáticos (como que se presentaba bajo el seudónimo Eduardo Toberán; el detalle de los barrios que recorría junto al “Cabeza colorada” y el “Negro La Juana”) como así también el modo en que construyó su cancionero diverso, venerado hasta el día de hoy. También consigna que Chango era hincha del Instituto Atlético Central Córdoba.

Fuente: http://archivo.lavoz.com.ar/2005/1006/Espectaculos/nota362088_1.htm